top of page

“Si vas a decirles la verdad, hazles reír o si no te matarán". Con esta frase de George Bernard Shaw comienza José Andrés su definición de humor.

 

No le falta razón, y más si tenemos en cuenta lo que José Andrés nos dice sobre el periodismo y el humor: "Yo creo que estamos muy hermanados. Ojalá que sigamos estándolo mucho tiempo".

 

Desde Campo de Criptana (Ciudad Real) a Madrid llega este cómico y humorista. Ha actuado en numerosos espectáculos y lugares, llevando y mostrando su humor fresco, rápido y dinámico.

 

Haciendo monólogos, chirigotas, y también espectáculos de improvisación. Corta el cable rojo es su número actual, en la Chocita del Loro, donde lo reoresenta con otros dos cómicos, Carlos Ramos y Salomón.

 

Conozcamos mejor a José Andrés con esta entrevista.

 

 

Pregunta: ¿Cómo definirías tu humor?

 

Respuesta: Yo definiría mi humor como un humor que me gusta a mí. De ahí partiríamos (risas). La verdad es que también depende mucho de con quién lo compares. Yo creo que tengo un humor bastante blanco. No soy demasiado bestia, no me suelo meter tampoco con temas escatológicos o políticos, pero que no lo haya hecho hasta ahora no significa que no lo vaya a hacer en un futuro. También escribes lo que te apetece en cada momento y en cada instante, con lo cual es lo que defiendes; siempre con el punto de vista de que el humor es lo que nos lleva por bandera, pues yo me metería dentro de un humor bastante simpático, no demasiado agresivo.

 

 

 

P: Has actuado en Paramount Comedy y has grabado distintos monólogos. ¿Cuál consideras que ha sido tu mejor monólogo o tu mejor actuación?

 

R: Eso es complicado porque cada actuación es un mundo y en personas como nosotros, como cualquiera de los otros cómicos que hayas entrevistado y los que entrevistarás en un futuro, es que el espectáculo lo vamos repitiendo bastante a menudo, con lo cual la mejor actuación nunca se sabe porque cada público es diferente.

 

De hecho yo creo que los textos van evolucionando conforme vamos evolucionando nosotros. Los bloques que se graban por ejemplo en Paramount Comedy, que yo los tengo grabados desde hace tiempo, ves esos bloques ahora y los bloques han evolucionado un montón por la respuesta del público, con cosas que vas incorporando o que vas quitando, con lo cual todo va evolucionando.

 

No sabría decir un día o cuál es mi mejor monólogo porque depende. Además es que hay veces que dependiendo también del público funcionan de una manera o funcionan de otra. Es una pregunta compleja para decantarte por una.

 

 

P: Y en la otra cara de la moneda, ¿podrías elegir la peor de todas?

 

R: Peor actuación… de esas hay muchísimas. Cualquiera que te comente de nosotros que vamos a 50.000 lados, nunca sabes dónde vas a estar. Tengo varias, pero una que recuerdo especialmente… porque esto depende mucho de los dueños de los locales; sitios donde el sonido no funciona, empieza la gente a hablar.

 

Recuerdo uno hace poquito en una plaza de un pueblo, cuyo nombre no diré (risas), con niños berreando, prácticamente subiéndose por encima de mis piernas, que no te dejan ni hablar. Es una cosa muy desagradable porque una de las principales herramientas para que haya comedia es que la gente te escuche. Si no hay escucha no hay comedia. Puedes tener a un grupo de música con la música de fondo mientras tú charlas, pero no puedes tener a un cómico de fondo; al cómico o lo escuchas o no te hace gracia. Esos ratos son de “tierra trágame" porque aquí ni aunque resucite Groucho Marx consigues levantar esto (risas).

 

 

P: Has sido actor y escritor de otros espectáculos teatrales como Humos Con-sentido o Sinfonía manchega en sol mayor y si es a la sombra mejor, del que eres coautor con Juanjo Albiñana, ¿Son números escritos únicamente por los dos?

 

R: Humor Con-sentido es el espectáculo que tengo yo solo, que también lo hago aquí en La Chocita, que hay monólogo, pero también hay canciones, interactuación con el público... con lo cual es un poco de todo.

Y Sinfonía manchega, que ahora es la Novena sinfonía porque lo hemos adaptado para seguir funcionando, sobre todo en la red de teatros de Castilla la Mancha, son parte de nuestros monólogos pero también partes de sketches que hemos grabado, pequeños vídeos, canciones también hemos metido, con lo cual somos los dos coautores de ese espectáculo y somos los que lo vamos girando por ahí.

 

P: Esto tiene que ser mucho trabajo y tiene que haber un buen feeling entre los dos.

 

R: Claro. Eso es vital. Además las cosas se notan cuando te subes al escenario, sobre todo a la hora de escribir. Y sobre todo, ser bastante generoso en la medida de ni imponer tus ideas, saber que el otro te puede aportar mucho más, que viene a sumar, y yo creo que con eso vamos a seguir funcionando y espero que se sigan pariendo cosas y haciendo cosas nuevas.

 

 

P: Actualmente tienes otro número que es Corta el cable rojo, de improvisación, junto a Salomón y a Carlos Ramos. ¿Cómo realizáis y planteáis este espectáculo?

 

R: Yo me lo paso pipa con Corta el cable rojo. Me parece un espectáculo muy dinámico, y ojalá que podamos estar siempre con él, porque es divertidísimo. Es un espectáculo de improvisación que consta de juegos de improvisación, donde junto con mis dos compañeros vamos representando escenas. Estamos fijos todos los lunes, aquí en la Chocita del Loro de Gran Vía, a las 21:30. Y es un espectáculo de diez juegos que vamos haciendo, siempre con información del público, totalmente improvisado, cada semana es nuevo, no puedes decir “lo he visto una vez”, hay gente que lo ha visto cinco veces porque siempre es diferente.

Y hacemos eso, diferentes juegos, por ejemplo, contamos la historia de una persona del público a la que le preguntamos por su trabajo, su profesión, qué es lo que quería ser de pequeño y un refrán; pero contamos la historia entre dos de nosotros y sólo podemos decir una palabra cada uno. Tenemos que ir construyendo las frases sólo con una palabra, con lo cual la dificultad que entraña eso y llegar a contar la historia con coherencia y llegando al destino donde más o menos es lógico que llegues, pues es complicado.

Eso, o hacemos juegos de efectos de sonido, u otro en el que la gente escribe frases en unos papeles que damos antes de comenzar y nosotros construimos un hecho histórico, metiendo frases que ellos han puesto, y las frases pueden ser “yo soy tu padre”, “yo quiero ser rey león” o “Andreíta, cómete el pollo”, con lo cual si estás haciendo la Revolución Francesa, ¿cómo metes aquí “quiero ser rey león”? Pues ahí está el juego.

 

Y la verdad es que es muy divertida. Con Corta el cable rojo es un espectáculo que me lo paso pipa y ojalá lo podamos mantener un montón de tiempo.

 

 

P: ¿Os habéis encontrado con alguna situación en la que os quedéis en blanco o que no se os ocurra nada?

 

R: Al fin y al cabo es entrenar. La improvisación, evidentemente, tiene esa parte de estar en el trapecio y sin red, porque no hay guión, tú sales al escenario y no sabes qué te van a decir, ni qué escena y te pueden hablar como el otro día que creo que estábamos en el siglo V y como hecho histórico la gente nos dijo la muerte de Chanquete. Entonces nosotros aceptamos y hacemos la muerte de Chanquete en el siglo V porque es lo que ha dicho el público (risas), por muy irreal que sea.Por lo cual, no puedes tenerlo preparado.

Al fin y al cabo es empezar y una vez que empiezas la cosa va surgiendo sola, escuchando a los compañeros que siempre te van aportando un montón de cosas y las historias están ahí. Si es que al fin y al cabo es dejar fluir y sale. ¿Cómo? nadie lo sabe, pero sale… (risas)

 

 

P: Todo esto, ¿no lo grabáis ni nada por el estilo?, porque al hacerlo improvisado eso se queda un poco perdido, quizá luego no te acuerdas…

 

R: Claro, pero esa es la magia también de que sea improvisado. Todos los martes hacemos un resumen en nuestra página de Facebook, acerca del espectáculo del día anterior, y cuando relees algunos antiguos te das cuenta de lo efímero que es el arte de la improvisación.

Tú vas a crear un mundo, muchas veces un pequeño universo, donde hay dos personas o dos personajes que han estado interactuando, han estado viviendo, y has conseguido crear la relación entre ellos, sus amores, sus odios, sus fobias, sus filias, hacia dónde va la relación si al final o al final se dejan… y todo lo que has construido dura cinco minutos, muere, y nunca más se va a recuperar, nunca vamos a saber si esa pareja sigue o pelea… y es tan bonito lo que se crea como tan mágico porque desaparece y nunca más volverá a surgir. Y ese es el reto, para la semana que viene volver a hacerlo otra vez. Y es divertidísimo, es la magia, preferimos no grabarlo.

 

 

P: ¿Prefieres estos espectáculos de improvisación o salir con tu texto y hacer el monólogo?

 

R: Eso es como elegir entre mamá y papá. Es complicado, porque evidentemente el texto en el monólogo también tiene su parte de improvisación digamos, porque a mí me gusta mucho interactuar con el público, el texto es una cosa y es un espectáculo donde yo me lo paso muy bien; peor es que el espectáculo de improvisación es una cosa en la que te lo pasas pipa también. También en el monólogo casi siempre vamos solos, la mayoría de las actuaciones que hacemos somos nosotros solos contra el público, bueno… con el público (risas), tener a dos compañeros por ejemplo, como nos pasa en Corta el cable rojo, es una maravilla, porque los tienes para apoyar, para sumar, para que todo se mucho más divertido, con lo cual no podría elegir, no me gustaría elegir entre sólo hacer una de las dos cosas; ojalá lo pueda seguir haciendo todo siempre.

 

 

P: ¿Cómo surge esta idea de empezar con Corta el cable rojo?

 

R: Carlos Ramos, uno de los integrantes, es profesor de improvisación. Hacía un montón de cursos, tanto Salomón como yo nos apuntamos a uno de ellos, y de estas casualidades del destino, a Carlos le surgió la oportunidad de empezar con un grupo, nos invitó a participar en el proyecto de crear un grupito de improvisación para hacer un espectáculo. Esto fue hace un par de años, a partir de ahí empiezas a moverte por locales, y luego nos dieron la oportunidad de tener una fecha fija aquí en la Chocita del Loro y para nosotros fue una gozada, y ya a empezar. Todo empezó con Carlos Ramos y su iniciativa, y tanto yo como Salomón eternamente agradecidos de que contara con nosotros.

 

 

P: También has trabajado en radio y colaboras con programas como Hoy por hoy. ¿Cómo vives tu experiencia en la radio?

 

R: Sigo yendo, un viernes sí un viernes no, porque nos alternamos con otra cómica que se llama Pilar de Francisco, aquí en el Hoy por hoy Madrid de la SER, y para mí la radio es una experiencia brutal, me lo paso pipa. Además a nivel de trabajo los compañeros son una maravilla y el nivel para dejarte trabajar es muy sano; la verdad es que me dejan lucha libertad para hacer cosas, y la radio es un medio maravilloso para poder hacer un montón de cosas. Por ejemplo, gente como nosotros que siempre estamos expuestos a un público, y no tenemos más herramientas que un micrófono y nosotros, con el tema de la radio puedes aprovechar canciones, poner grabaciones aunque sean tuyas, cortes de otras personas... Se te abre un abanico inmenso de posibilidades para hacer cosas que en el mundo del monólogo no tienes, y para mí es como estrenar juguetes, fíjate la cantidad de cosas que tenemos para usar aquí (risas). La verdad es que es súper divertido, ojalá y también pueda continuar mucho tiempo en la radio.

 

 

P: Uno de tus compañeros, Quique Matilla, nos dijo que él creía que todos los cómicos nos dirían que es el mejor medio que tienen para expresarse, aunque al elegir entre radio y escenarios, se quedó con los escenarios.

 

R: Claro, es que el cómico vive mucho del público también, entonces evidentemente, sin público es imposible actuar. Vivimos de la reacción. La mejor actuación, por ejemplo, para un cómico, es imposible evaluarla sin público. Tú puedes hacer una actuación maravillosa, pero si el público ese día por lo que sea está en contra... Tu trabajo es ponerlos a favor, pero hay veces que no se consigue, por circunstancias, como te decía antes, porque hay jaleo, porque no es el lugar adecuado, porque falla el sonido, o 400 cosas más.

El público es imprescindible, lo que pasa es que la radio es un medio donde ahora mismo también hay mucho espacio para la comedia. La gente suele estar atenta a la radio, es un medio muy acogedor. No es quizá tan despiadada como la tele. Porque en la tele sacas un programa o sacas una serie que has tardado como dos años en “parir", y haces dos episodios, no funciona, y va fuera. La radio sí que parece que es un poco más paciente. Pero el público es imprescindible, no se puede renunciar a él.

 

 

P: ¿Qué opinas de la relación que puede haber entre el humor y el periodismo?

 

R: A mí me parece que estamos muy hermanados. Muchas veces parece o se piensa que lo que es humor no es serio y es una cosa que a mí me tiene muy, no digo que me cabrea, pero sí que no me acaba de convencer. Se puede tener capacidad de humor y del chiste y de entender, ir a la vez ser didáctico y ser veraz; es decir, no mentir, no engañar a la gente, sino que se cuenta por medio del humor. Y esto se está poniendo cada vez más de moda y se está quitando este complejo de que parece que solo puedes contar las cosas a través del traje, la corbata y todo súper encorsetado, y parece que se dice si en algún momento una coña ya te estás cachondeando de x; no, perdona, no pasa nada, se le quita un poco de hierro al asunto, hay asuntos que necesitan que se les quite hierro y no lo contrario. Con lo cual yo creo que el periodismo y el humor siempre van a ir muy de la mano y en la radio tienes mil ejemplos de noticias que entran mejor con un pelín de comedia que solo secas, porque entonces son mucho más densas y menos digeribles.Ojalá y sigamos mucho tiempo hermanados.

 

 

P: Tú eres de un pueblo de Ciudad Real, de Campo de Criptana, ¿cuesta mucho salir de un pueblo pequeño para dedicarse al mundo de la comedia a nivel nacional?

 

R: Yo me considero un afortunado, porque llegas a veces al sitio justo en el momento justo. Yo tuve mucha suerte a la hora de entrar en Paramount Comedy, yo presenté un texto, por circunstancias entré pronto en la dinámica del canal y pronto pude grabar con Paramount Comedy. Me consta que ahora no es tan sencillo. Yo no tenía ni idea de que existía un circuito de comedia como el que puede haber ahora mismo en España, que ahora está un poco mermado por situación de crisis, pero sigue habiendo locales que programan en la geografía española, y yo no tenía ni idea. Dije: voy a mandar un monólogo y a ver si les gusta. Una cosa te lleva a la otra y de que te das cuenta empiezas. 

Yo no puedo decir que para mí haya sido difícil, pero que yo haya tenido esta suerte no implica que el siguiente que lo haga la vaya a tener. Al fin y al cabo, esto no deja de ser ilusión y curro, es trabajar, un monólogo no se escribe sino lo curras, si no te sientas delante de un ordenador con la página en blanco y hasta que no lo tienes pulido no sigues.

 

Y una vez que lo tienes escrito te lo repasas otras cuatro mil veces porque siempre habrá cosas que quitar, cosas que reescribir, cosas que cambiar... Luego probarás un chiste que en tu ordenador y en tu casa te parece genial, y con el público no entra porque o no lo entienden, o no es una referencia común o cinco mil motivos por los que no entra un chiste; con lo cual, paciencia. Es curra, curra, curra, echa papeletas y si no salen algunas cosas, otras saldrán.

 

 

P: ¿Recuerdas bien tu primera actuación?

 

R: Sí, mi primera actuación como monólogo fue aquí en Madrid, en la Chocita del Loro de Hermosilla, y por mano de Paramount Comedy, eso en Madrid. 

 

En Campo de Criptana, la primera vez que me subí a hacer un monólogo fue con un Club de la comedia local que había allí, que se llamaba el Club cómico por medio de un amigo, que me invitaron, y dije: pues me preparo un texto. Y lo hice; y esa yo creo que fue la primera vez que me subí a hacer un monólogo. Antes había hecho otras cosas, porque a mí me gusta mucho el carnaval y desde hace once años tengo una chirigota que escribo allí en Campo de Criptana y allí seguimos. Entonces, el escenario te va a dando. Yo soy bastante inquieto y me gusta mucho ir haciendo estas cosillas, entonces el escenario siempre me ha llamado. Y el monólogo fue una de las cosas que yo dije: esto lo puedo hacer. Y de momento me dejan hacerlo con que no me quejo (risas).

 

P: Fue una buena primera vez.

 

R: Sí. Yo es que tiendo a ser muy positivo. Evidentemente, si tú te ves ahora, cuando yo empecé, que eso fue en 2007, han pasado siete años, pues yo ahora me considero mejor cómico. Entre otras cosas porque la experiencia es vital en ese trabajo; conocer al público, conocerte a ti, conocer tus puntos fuertes, tus puntos flacos, dónde tienes que hacer hincapié, dónde no, etc.Yo ese día estaba como un crío, porque iba a actuar en Madrid. En el momento en que se rieron... Yo siempre digo: ¿Cómo ha ido la actuación? Bien, porque no me han pegado. Entonces ese día había ido bien, la gente se había reído... y evidentemente había mucho que mejorar. Si lo ves con la distancia, si lo viese ahora, no está bien. Pero claro, para empezar no me quejo. Gracias a eso estoy aquí con lo cual... (risas) no tuvo que ir muy mal.

 

 

P: Para terminar: Una definición de humor.

 

R: Me gusta mucho una frase que leí el otro día, que yo pensaba que era de Willy Wyler, pero luego resulta que no, creo que era de George Bernard Shaw o algo así, y es como: “Si vas a decirles la verdad, hazles reír o si no te matarán", y me parece muy ilustrativa sobre lo que tiene que ser el humor. Al fin y al cabo, para que el humor funcione tiene que tener verdad y dolor, que es de lo que siempre se habla en la comedia. Es una manera muy sana de decir la verdad y a través del humor a todos nos entra muchísimo mejor esa verdad. Nos desenmascara defectos, nos hace poner el punto o el foco en sitios donde normalmente no los ponemos, tanto a nivel político como cultural, como a nivel relaciones de pareja, comportamientos sociales, etc. Dependiendo de lo que curre cada uno.Con lo cual, para mí el humor es un manera de decir la verdad que entretiene, y es un sitio bastante denso y amable para poder trabajar.

CORTA EL CABLE DE LA RISA

JOSÉ ANDRÉS

© 2023 by Glorify. Proudly created with Wix.com

bottom of page