Muchas luces y pocas sombras en 50 Sombras de Andreu
El show del cómico Andreu Casanova, acompañado de Rocío Gutiérrez, es sin duda uno de los mejores que podrás ver en los teatros de la Gran Vía madrileña. Con el telón de fondo de 50 Sombras de Grey, lo que más destacó bajo nuestro punto de vista fueron las partes de improvisación.
Enchufados desde el principio
El álter ego de Rocío Gutiérrez, Anestesia, nos recibe ya desde el principio dentro de la sala, gritando y saludando a todo el mundo con comentarios del estilo de: "yo te follaba". Ahí comenzó ya la relación con el público, creando historias propias con alusiones concretas. Esto sirvió como aperitivo para saber lo que venía después.
Anestesia hizo un poco de calentamiento, ya no solo corriendo entre las butacas, sino también sobre las tablas, hablando sobre Andreu y dando paso al tráiler de la película. Con un humor muy gestual, se metió al público en el bolsillo gracias también a la interactuación y a los personajes que creó a raíz del público, como "Bankinter" o "Patri la loca".
"Si dice chorra, es catalán"
A ritmo de rock and roll salió Andreu al escenario, con toda la gente de pie por solidarizarse con él (para saber por qué no tenéis más que ir a ver el show). Empezó entonces el monólogo, eso sí, preguntando a la gente. En este caso, preguntó sobre quién era de fuera de Madrid y si se notaba que él era catalán. Desde el público se oyó un "si dice chorra…", "por eso sabes que soy catalán, ¿no? No por el acento, ni porque lo hayas leído, sino porque digo chorra", contestó Andreu.
De catalanes hubo muchos chistes (sobre todo con el tópico de que son tacaños), así como alguno de vascos aprovechando que había algunos entre el público. Dentro del texto, habló de las parejas, por ejemplo, de la suya, a la que también afectó la novela de 50 Sombras de Grey. Dado el nombre del espectáculo no podían faltar referencias, y tanto es así, que Andreu leyó varios pasajes del libro haciendo comentarios sobre él. Además, también hizo comparaciones entre el gran Grey y un español normal, de a pie.
Como ya sucedía con Rocío, fue muy recurrente el humor gestual, así como hacer referencias al acento y al espectáculo que había justo enfrente, El Rey León. Otra de las cosas que hacían mucha gracia al público eran las conversaciones (a una sola voz) entre Andreu y su técnico, Leire.
Improvisación para ponerle un 10 al show
Durante casi dos horas de espectáculo, un Pequeño Teatro Gran Vía que rozaba el lleno estuvo riendo, y aunque le costaba algo más arrancar aplausos (probablemente por falta de costumbre), también hubo muchos. Sobre todo, las risas fueran generales y muy altas en las partes de improvisación. Hubo dos juegos, por un lado, el de los sonidos, con una mujer del público (ganadora de un premio a través de Facebook), en el que Andreu va contando una historia y la afortunada, en este caso, tenía que ir haciendo los ruidos de las acciones del cómico. Este lo resolvía a la perfección, haciendo comentarios muy ingeniosos y variando su historia.
Por otra parte, el otro juego, para el que sacaron a una pareja del público. En este caso contestaron a una serie de preguntas y después entre Andreu y Rocío interpretaron una serie de escenas con estos chicos como protagonistas. Sin duda, uno de los mejores momentos de la noche, que incluso dio lugar para más chistes y referencias después.
Para despedir este gran show, Andreu dio paso al tráiler que ellos mismos habían grabado y que se puede ver en YouTube.
Tras la despedida de ambos cómicos, que esperaron después a la salida para hacerse fotos con el público, terminó un espectáculo en el que se hace partícipe al público gracias a los altos niveles de interactuación. Esto es una gran ventaja, ya que no hay dos números iguales de 50 Sombras de Andreu. Aprovecha su estancia en Madrid y visita a Andreu y Anestesia mientras puedas.
